
Esta nueva constitución de Evo Morales lo dejará definitivamente en la historia de los pueblos originarios americanos, pero también posiblemente aliente otros sueños siempre latentes entre los que fueron los conductores del Imperio del Tahuantinsuyo. Durante el primer tercio del siglo XIX ya nos encontramos con Santa Cruz y la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana.
Sin embargo, lo más probable es que esta innovadora iniciativa termine mal. Será muy complicado que un pueblo tan atrasado materialmente resuelva las tremendas barreras culturales que existen entre ellos. Sin no se entienden con palabras lo harán a balazos y a falta de ellos a cuchillos y pedradas. ¿Cómo se sostiene la economía de un país que depende de la coca cultivada?
A continuación, un interesante enfoque del columnista de La Nación, Carlos Escudé.
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1127050
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