"Cierto día un mono negro estaba pescando en el río, cerca de su casa. Había pescado ya cuatro cunchis o bagres. Un tigre se le acercó, le olió, le hizo caricias y le dijo: -Sobrino, déjame el anzuelo que yo voy a pescar. El mono le dijo: -Tío, no me fastidies, déjame pescar. El tigre seguía fastidiando al mono. Y el mono, enfadado, le prestó el anzuelo.El tigre echaba el anzuelo, pero los peces no picaban. El tigre se irritó. Entonces el mono le dijo: -Tío, tus manos huelen mal, por eso no puedes pescar.Volvió a pescar el mono y cogió ocho peces. El tigre le dijo al mono: -Yo quiero comer pescado y si no me dás pescado te comeré a tí.El mono, temeroso, se puso a cocinar el pescado. El tigre estaba junto a él. Cuando el pescado estuvo cocinado, el dijo el mono: -Tío, primero voy a comer yo y después comerás tú. El tigre aceptó la propuesta.El mono tapó la olla con una piedra y, llevándosela, se subió a un árbol a comer. El tigre le dijo: -¿Por qué te subes al árbol?. El mono le contestó: -Porque mi casa es el árbol y aquí como siempre.Mientras comía el mono, el tigre esperaba debajo del árbol. El mono dijo al tigre: - Tío, tengo una lisa. Abre tu boca y cierra los ojos que voy a tirar la lisa a tu boca. El tigre abrió la boca y cerró los ojos. El mono le tiró la piedra y le rompió todos los dientes.El tigre se enfureció. Subió al árbol. El mono huyó y el tigre se fue en su seguimiento. Después de mucho correr, el tigre alcanzó al mono y se lo tragó sin masticarlo.El mono llevaba en su mano un cuchillito. Con él se abría camino dentro del cuerpo del tigre para salir. El tigre enfermó. Los demás tigres lo curaban. Pero un día el mono logró salir, y dijo, riendo, al tigre. -Tío, ¿ves cómo no puedes comerme?. El tigre se asombró al ver de nuevo al mono. El mono huyó por sobre los árboles. El tigre no lo persiguió más".
Cuento de los indios Piros, que viven en el Bajo Urubamba en la selva peruana.
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