domingo, 19 de abril de 2009

La Crisis Económica: ¿Seguimos Cayendo?


-Buenas noticias señores pasajeros, nuestra tasa de descenso ha disminuido...
Caricatura de Mike Lukovich.

Los analistas se preguntan si aún vamos en picada o si ya recuperamos el control del timón. De hecho algunos bancos del hemisferio norte han recobrado ligeramente sus retornos de capital y las medidas económicas aplicadas parecen haber frenado el descenso de la economía mundial.
La pregunta que se hacen los que arriesgan su trabajo y dinero es si hay seguridad de invertir. Hasta ahora muchos se han volcado a adquirir confianza en el refugio que dan los diamantes y el oro, pero al inicio de la primavera de la otra parte del globo la pregunta es que sembrarán, que producirán y si los bancos prestarán dinero para los insumos necesarios.
El petróleo aún mantiene un valor estrecho y lo mismo los metales, a excepción de aquellos escasos y estratégicos. Muchos commodities se mantienen al borde de los costos y de no ser por el precio del crudo, quizás no se estarían produciendo.
Una estabilidad económica en el hemisferio norte acarrearía una recuperación paulatina de todos los actores globales, eso nos incluye por cuanto podemos seguir vendiendo nuestro cobre. Nuestra economía es pequeña en comparación con otros países como Argentina o Brasil, los que pueden iniciar grandes programas de empleo gubernamental en infraestructura. Además sus mercados internos pueden satisfacer sus demandas de producción y comercio sin temer una expansión de la crisis.
Por lo general, crisis y desorden corren por igual y eso obliga al mantenimiento del orden público. Las naciones con menos capital institucional pueden sufrir violentismo, sedición y golpes de gobierno. En nuestro espectro geográfico local hay varios candidatos a perder su valor institucional, bastará un recrudecimiento del momento actual para que la polarización se haga manifiesta.
Este problema de confianza en las instituciones económicas, aún está en curso. Falta que importantes actores de la economía mundial sinceren su verdadera situación y que los estados donde se asientan definan de una vez si los dejan caer o los apoyan, con las salvaguardas del caso para que eventos de esta índole: pura especulación y negociado, no se vuelvan a producir.
Confianza, eso es lo que el mundo necesita.