Sin duda, el más importante hallazgo arqueológico del momento. Ruinas pétreas de 12.000 años de antiguedad con inscripciones y tallados zoomorfos de gran factura, únicos en su género.
Descubiertas por un criador de ovejas kurdo el año 1994, estos restos de una civilización extraviada en el tiempo están desatando una especulación sobre sus orígenes.
Se trataría de los restos de un gran templo cuya construcción congregó a mucha gente. Esta gente se organizó haciendo de la agricultura y la domesticación animal su fuente de existencia, abandonando el modo de vida de cazadores recolectores en esa parte del mundo. Evidencias de la domesticación del cerdo en una antigua granja, ocurrida a una distancia de 60 millas de distancia en Cayonu, sustentarían dicha tesis.
Hará unos 8.000 años, el lugar fue abandonado y el tiempo se encargó de cubrir hasta fines del siglo XX toda evidencia arqueológica.
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