jueves, 13 de noviembre de 2008

La Crisis Económica



En estos días de Noviembre de 2008 aún vivimos en una burbuja. Nada de lo que está pasando en el mundo entero parece afectarnos, lo vislumbramos pero en un horizonte lejano y nebuloso. Mucho ha hecho el gobierno con sus declaraciones, donde Mandataria y Ministros nos dicen que estamos preparados para surfear las encrespadas olas que llegarán a nuestras costas. Pero todo eso es un espejismo y apenas levantada la cortina de niebla que vela nuestros sentidos, entraremos de lleno en la Crisis Económica.



Este es un problema que comenzó a percibirse el año 2006, cuando el precio de la vivienda en los Estados Unidos comenzó a caer y con ello el estímulo a la construcción y a los créditos bancarios dirigidos a ese bloque de la economía. Pronto se desvaneció el optimismo por el sobre demandado crédito subprime y los bancos comenzaron a reclamar sus activos y comenzó el rodar de la bola de nieve. Lo que siguió, es cosa sabida.

Al día de hoy, nuestro cobre, llamado por Eduardo Frei Montalva “la viga maestra de nuestra economía” está sin venderse. Del centenar de contratos que anualmente se celebraban, sólo se concretaron uno o dos. Todos los compradores mundiales están expectantes y a la espera del desarrollo de esta severa crisis. Estos compradores son los principales fabricantes mundiales de cables, alambres, tubos y planchas. Es indudable que han disminuido brutalmente sus expectativas de ventas porque el mundo industrial parece haber pegado una parada en seco. Ello está afectando a otros metales, tanto así que las pequeñas mineras chilenas han llevado su actividad a casi cero, en tanto las medianas están disminuyendo su personal, mientras otras caen en quiebra (Tamaya). La gran minería del cobre, aún a plena producción contempla el almacenamiento de su stock. Esto permitirá que el precio no caiga en exceso, pero el futuro de ventas se ve muy pesimista incluso por la caída de productividad de China, desde 18% a solamente un 13%, pudiendo seguir a la baja.


Los analistas económicos, creen que la economía de USA, la más importante del mundo, podría levantar cabeza rápidamente, pero eso puede tomar dos años. Habrá que ver lo que hace Obama, sin embargo, lo que todos sabemos es que enfrentamos una crisis de confianza y solvencia. Mientras los bancos no tengan seguridad que el mundo está nuevamente marchando, no liberarán los cochinos pesos para aceitar la máquina de la economía. Unos dicen que es asunto de regulación, que el Estado debe involucrarse para generar esa necesaria confianza y crear leyes que ayuden a empujar el carro de la economía. Otros, en cambio, sostienen que los mercados libres y competitivos no tienen rival para organizar la economía: se autorregulan. Lo que sabemos es que Estados con la ideología de la regulación han terminado siempre por no funcionar, muchos en la categoría de Estados Fallidos y otros recién incursionando por los escabrosos caminos de la economía occidental.

En nuestro mundo real, el de las calles de Coronel, vemos como nuestras tarjetas de crédito están copadas. Si alguien quiere plata de un banco, lo más seguro es que no le presten. Aún no se nota, pero la cesantía aumentará. El consumo en general ya está en baja, por un lado la inflación ha hecho su trabajo y por otro prudentemente pensamos si es necesario hacer ese gasto. A corto plazo habrá desconfianza y hasta pánico, lo que podría llevar a tomar decisiones erradas, esos dos elementos son muy malos consejeros.
Problemas económicos y problemas políticos van de la mano. Mal se percibe el fin del 2008, y peor el transcurrir del 2009.
Una mirada al ombligo:
Otra:

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