martes, 28 de octubre de 2008

La Batalla de Coronel: 1 de Noviembre de 1914


















El primer día de noviembre de 1914, día de Todos Los Santos, la ciudad de Coronel presenció la batalla naval entre la flota imperial alemana y la marina británica. Un suceso extraordinario, por tratarse de uno de los pocos enfrentamientos navales entre las potencias litigantes durante el desarrollo de la primera guerra mundial. Las escuadras se midieron en en una lucha sin cuartel, donde el obsoleto material a flote de los británicos resultó hundido con una considerable pérdida de vidas humanas.

En aquella época, Coronel era un puerto mayor donde recalaba la flota del Océano Pacífico. Faltaban aún algunos años para que el Canal de Panamá pusiera abrupto término a la bonanza del carbón de Coronel y su condición de puerto indispensable para el reabastecimiento del combustible para los barcos a vapor. A la sazón, era muy habitual la presencia de embarcaciones de distintas banderas, que al enfilar su rumbo en dirección del Estrecho de Magallanes tenían como recaladero el puerto de Coronel. Varios muelles carboneros permitían un rápido servicio a las naves surtas en la bahía y la aduana llevaba el control administrativo de la actividad portuaria. La ciudad de Coronel poseía todos los servicios necesarios, incluyendo luz eléctrica, modernización obra de un emprendedor de aquellos tiempos Don Pedro Juan Burgos, fundador de la Compañía Eléctrica de Coronel. Escuelas, Liceo y oficinas públicas completaban la infraestructura de la ciudad, junto a un pujante comercio.

Para entender el porqué del escenario elegido por la historia, debemos considerar la constitución del mundo de la época, donde las monarquías europeas vivían las últimas manifestaciones del colonialismo y los sueños imperiales. El Imperio Alemán tenía una serie de territorios coloniales diseminados por Africa, Asia y Oceanía. El Imperio Británico era tan vasto como el mundo, donde una gran y bien pertrechada flota dominaba, sin ningún contrapeso todos los mares del globo. Iniciada la Gran Guerra, Alemania hizo lo más sensato y replegó su flota al Mar del Norte y Báltico desde donde salió para enfrentar a los ingleses en Jutlandia en 1916, el resto del trabajo naval alemán será realizado con mayor éxito por los U-Boot, responsables de las mayores pérdidas sufridas por los aliados en el curso de la guerra.

La primera preocupación del alto mando alemán fue la situación de la escuadra que se encontraba en el puerto fortificado de Tsingtao, en China, adquirido por el Imperio Alemán en 1898. La flota alemana estaba amenazada por el bloqueo anglojaponés y por tal motivo se ordenó al Conde Maximilian von Spee, comandante del escuadrón, a abandonar su posición e iniciar su regreso a Europa. Poco antes de que el Japón entrara a la guerra, Spee zarpó sigilosamente con rumbo desconocido. La flotilla alemana estaba compuesta por los cruceros ligeros Leipzig, Emden, Nürnberg y Dresden, además de los cruceros pesados Scharnhorst y Gneisenau, estos últimos eran los mas modernos y mejor artillados. Fueron botados a la mar el año 1906, diseñados específicamente para el servicio colonial.

Graf von Spee diseñó una estrategia para desorientar a sus enemigos. Encomendó al Emden la misión de llevar a cabo una destructiva cacería por el Océano Índico, con el propósito de desviar la atención de la flota británica sobre su real localización. Así fue como el Emden realizó una fructífera correría de corsario hostigando la navegación mercante, por las aguas de Timor, Java, Sumatra, Calcuta, Rangún, Madrás, Colombo, hasta que en la cercanía de la Isla de Cocos fue desarbolado por el crucero australiano Sydney. El Emden hundió 17 barcos mercantes antes de su rendición. Mientras, la escuadra alemana se perdía en la inmensidad del Pacífico causando gran desconcierto y preocupación de la marina aliada que estaba ocupada en apoderarse del indefenso imperio colonial alemán.

Un enfrentamiento con la flota de Spee habría liquidado esas operaciones. Sin embargo, y pese a las precauciones de Spee, fueron avistados en las proximidades de Samoa, cosa que fue confirmada por el bombardeo de Papeete, Tahití. La información aseguró al almirantazgo inglés que Spee se dirigía hacia el Estrecho de Magallanes y que enfilaría por el Atlántico, transformándose en un serio peligro para la navegación mercante de esa zona del globo.

Los ingleses comisionaron al Contraalmirante Sir Christopher Cradock con un escuadrón de combate, en teoría, similar al alemán. Los barcos ingleses eran el crucero Good Hope, botado en 1899, con cañones anticuados y andar inferior al mas lento de los barcos enemigos. El Glasgow, crucero ligero que podía compararse con sus homólogos alemanes. El Monmouth, mas moderno que el Good Hope pero inferior en blindaje y artillería. Finalmente el Otranto, un barco sin blindaje y artillado para uso como explorador y mensajero. Las órdenes de Cradock eran muy simples y terminantes: "destruir los cruceros alemanes".

Sin esperar refuerzos, los barcos ingleses zarparon de Port Stanley en las Falklands, pasaron el Estrecho de Magallanes y remontaron hacia el norte por la costa chilena en busca de sus rivales. La inteligencia inglesa había informado que Graf von Spee había comprado carbón en Perú y Chile. Ambas flotas estaban muy cerca y Cradock tenía la ventaja de conocer, en parte, los movimientos de los alemanes. Al caer la tarde del primero de noviembre de 1914, las fuerzas navales se encontraron frente a frente. En un principio ambos contendientes creyeron que habían avistado a un barco, pero pronto se dieron cuenta de las capacidades envueltas en el enfrentamiento. Cradock formó una línea de combate y trató de colocar sus fuerzas entre los alemanes y la costa. A esas alturas de la tarde, las naves podrían confundirse con la costa y a la vez permitía que los barcos alemanes quedaran expuestos a los rayos del sol, que perfilaba magníficos blancos para sus cañones. Sin embargo, Maximilian von Spee adivinó la maniobra y aprovechando el mayor andar de sus naves, viró a babor consiguiendo exactamente lo que Cradock quería para sí. De esa forma los buques ingleses resaltaban sus siluetas en el horizonte como blancos perfectos para los sobresalientes artilleros alemanes.

Con mar picada, el sol poniéndose, a eso de las siete de tarde Spee inició el ataque y abrió fuego desde una distancia de 10 kilómetros. Rápidamente los artilleros del Scharnhorst horquillaron al Good Hope. En cinco minutos silenciaron las baterías principales del barco insignia inglés. A las siete y media, el Monmouth, haciendo mucha agua, se escoraba de proa y su popa estaba en llamas. Mientras, el Otranto y Glasgow, que eran atacados por los cruceros ligeros alemanes escaparon hacia el sur. Cerca de las ocho el Good Hope estalló en una gran explosión, posiblemente dado de lleno en la santabárbara. A eso de las nueve, ya a oscuras, el Monmouth, que apenas se mantenía a flote, rechazó una invitación a rendirse, siendo echado a pique por el Nürnberg. En una oscuridad total, no hubo oportunidad de recoger sobrevivientes y las heladas aguas del Pacífico, en poco tiempo cobraron las vidas de los marineros ingleses.


Maximilian von Spee o Graf von Spee. 1861-1914, uno de los distinguidos almirantes alemanes. Como jefe de la escuadra alemana en asia oriental, guió sus barcos por el Pacífico para atacar rutas comerciales inglesas en América del Sur. Después de derrotar a la flota inglesa en Coronel, sus barcos fueron perseguidos en las Islas Falklands y hundidos el 8 de diciembre de 1914. Se hundió junto a su tripulación en el Scharhorst.


Sir Christopher Cradock. 1862-1914, Almirante inglés. Se distinguió en el ataque a los fuertes de Taku. (1900), ascendió a almirante 1910. Comandó la flota que enfrentó a los alemanes en la Batalla de Coronel (1914). Se hundió junto a su barco insignia, el Good Hope.


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