Recetas de los años setentas.
Corvina rellena con longaniza.
Es una especialidad chillaneja, algo rechazada en Coronel y Lota por considerarse sus sabores quedan muy repugnantes. Pero todo eso pasa con un buen pipeño de Don Nico. Consiste en adobar una corvina (casi extintas hoy), se le agregan los condimentos y luego se le rellena con una tira de longanizas con verduras y después la amarran como si fuera malaya. Se pone a horno lento hasta dorar.
Pescado a la criolla.
Hay que sazonar, por caso, la merluza con el condimento y después se le rocía con jugo de limón para que se endurezca. Enseguida se ponen a dorar en aceite bien caliente las cebollas cortadas a la pluma, pero pluma gruesa, y se vacia sobre el pescado. Si se quiere aumentar la sabrosidad, se le agrega un poco de tomate al natural que se ha pasado por un cedazo. Se adorna el plato con verduritas surtidas y se lo deja después en el horno por 20 minutos. A cada momento hay que estarlo rociando con el jugo para que el pescado agarre el sabor y se ponga más delicioso. Se lo sirve sobre arroz que quede bien graneado.
Picadillo de Ulte.
Necesita los siguientes condimentos: ají molido, limón, aceite de comer, verdura picada fina, cilantro en forma abundante. Se pica el ulte bien fino, se le agrega toda la verdura y se une todo. A este plato le viene bien un vino pipeño.
La foto muestra un grupo comiendo un Platache.
Foto Miguel Rubio.
Fuente: Comidas y Bebidas de Chile, Alfonso Alcalde, Quimantú, Agosto 1972.
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